En un pueblecito, el cura se encuentra a un niño llorando en la
calle. Le pregunta que que ha pasado, y el niño le dice que un amigo suyo
tiene un caramelo y el no, asi que el cura le dice que no llore, que el le
va a comprar uno. Va a una tienda, compra un caramelo, se lo da al niño y
cuando va a pagar se da cuenta de que se ha dejado el dinero en la iglesia,
asi que todo cortado le dice al tendero sonriendo :
– Yo le pagaria con un sermon, pero es que no los tengo de peseta.
– No se preocupe, puedo ir a misa varias veces.
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