El alcalde de Lepe llega un dia al ayuntamiento con las dos orejas
vendadas. El portero se queda sorprendido, y le pregunta :
– Señor alcalde, que le ha pasado en las orejas ?
– Pues mire… es que ayer mi mujer estaba planchando al lado del
telefono cuando llamaron; total, que lo coge y me dice «Tiburcio, es
para ti». Entonces yo fui a cogerlo, pero me equivoque y cogi la
plancha… Claro, me queme el oido derecho.
– Oiga, pues tenga cuidado… pero que le paso en el izquierdo ?
– Es que llamaron otra vez.
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