El marido llega a casa sin avisar, y la esposa tiene que esconder a
su amante, asi que lo mete en el armario. Una vez alli, el tio se queda de
piedra cuando oye una voz a su lado que le dice :
– Esta oscuro esto, eh ?
Y entonces se da cuenta de que es el hijo, que estaba escondido en
el armario mirando…
– Callate, Jaimito…
– Creo que voy a estornudar.
– No, por favor…
– Me daras un poco de dinero ?
– Si, toma mil pelas, pero callate – Nota: el amante no tiene puestos
los pantalones, pero se ha metido en el armario con ellos.
– Oye, de verdad que tengo unas ganas enormes de estornudar.
– Uy que niño, anda toma la cartera…
– Vale, ya se me han pasado las ganas.
Total, que Jaimito se compra una bicicleta esa misma tarde. Su madre
se mosquea, claro, pero como el niño no suelta prensda, le manda a que vaya
a confesarse. Obviamente, Jaimito no esta demasiado acostumbrado a los con-
fesionarios, asi que cuando le llega su turno, lo primero que hace es decir:
– Esta oscuro esto, eh ?
– Jaimito, no empieces otra vez.
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